Hoy aprenderemos a preparar una dulce compañía para nuestros panes, galletas, tostadas, tortas, yogures y hasta carnes. Se trata nada más y nada menos que de la rica mermelada casera.

Existen varios métodos, expertos quienes le ponen su toque secreto y prefieren su técnica por encima de cualquier otra; y la verdad es que cuando se preparan mermeladas, la experimentación y la creatividad son las mejores aliadas. A través de ellas vamos encontrando ese sabor que nos enloquece, las mezclas más increíbles y su punto perfecto.

Mi intención es hacer una pequeña y elemental introducción sobre cómo preparar una mermelada casera de la manera más sencilla. Recuerden que entre más ensayen y más sabores prueben, el resultado es mejor.

Antes de empezar tengamos en cuenta las recomendaciones básicas:

Por cada kilo de fruta o pulpa, se recomienda usar ¾ de azúcar.

Las frutas verdes o ácidas tienen una sustancia que se llama Peptina que ayuda a que la mermelada tenga esa consistencia gelatinosa que la caracteriza, por eso cuando usas frutas diferentes, se aconseja usar el jugo de un limón por cada kilo de fruta.

Ahora solo queda elegir el sabor que más te guste. Yo he llegado a probar mermeladas de kiwi con pimienta y chile, de pétalos de rosa y de sandía.

Si ya escogiste tu fruta, lo primero que debes hacer es picarla en trozos pequeños o usar su pulpa. En el caso de los frutos rojos, puedes usarlos enteros. Ahora une todos los ingredientes en una olla y llévalos a punto de ebullición, deja hervir durante 10 minutos y prueba si tiene la consistencia ideal. Para hacerlo, lleva a enfriar un platico en la nevera y pon sobre él una cucharadita de mermelada caliente. Si ésta se arruga y está pegajosa, está en su punto. Si vas a conservarla por un buen tiempo, es necesario guardarla en frascos esterilizados (hierve los frascos resistentes al calor y sus tapas al menos 30 minutos). Deja enfriar la mermelada, ponla en el frasco y ciérralo dejando una vuelta de rosca sin girar. Luego introduce el frasco en una olla con agua hirviendo durante 20 minutos. Pasado ese tiempo cierra bien la tapa, ponlo boca abajo sobre una mesa y deja reposar 5 minutos. Ahora ponlo debajo de un chorro de agua fría para sellarlo al vacío y así poder guardarla. Te sentirás orgulloso de haber creado tu primera mermelada casera.