En un mercado tradicional es normal encontrar pollo, carne y atún. Buscamos lo que hay en la nevera y por lo general terminamos preparando un sabor conocido; vamos a la fija y resolvemos el asunto fácil.

Sin embargo, cuando el reloj no juega en contra, la creatividad entra en la cocina y da paso a otras preparaciones aunque tengan el mismo ingrediente en común.

¿Qué necesitas?

Para 4 personas

2 pechugas de pollo grandes y deshuesadas

1 ½ taza de agua

Jugo de una naranja

1/3 taza de jugo de limón

¼ taza de vinagre blanco

2 cucharadas de salsa de soya

Ralladura de la cáscara de una naranja

1 cucharada de azúcar

½ cucharadita de jengibre rallado

2 ajos rallados

3 cucharadas de fécula de maíz (Maizena)

2 cucharadas de agua fría

Preparación

Corta la pechuga en cubos y reserva.

En una olla mediana combina el agua, el jugo de limón, el jugo de naranja, el vinagre,la salsa de soya, la ralladura de cáscara de naranja, el azúcar, el jengibre y el ajo. Llévala a fuego medio revolviendo de vez en cuando hasta que hierva.

Mientras tanto, pon a dorar los cubos de pechuga en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cocina hasta que no estén rosados por dentro.

Cuando la salsa haya hervido, mezcla la Maizena en las cucharadas de agua fría y agrégala a la salsa de naranja revolviendo constantemente hasta que espese.

Mezcla los trozos de pechuga con la salsa y sírvelos acompañados de arroz.